A pesar de que pareciera que la pandemia ha paralizado el desarrollo y avance de muchos rubros a nivel mundial, en materia medioambiental nuestro país no ha hecho una pausa. Chile ha promovido durante los últimos meses diversas iniciativas y normativas en pro de la sustentabilidad de nuestro entorno, como es el caso de la reciente unificación del decreto de la Lay Rep. que busca regular de forma conjunta la gestión de pilas, aparatos eléctricos y electrónicos.
Esta decisión está basada en que ambos productos están muy vinculados entre sí y se gestionan de forma similar, por lo que regularlos bajo un mismo decreto mejorará la logística de recolección y gestión (traslado de los residuos desde los puntos de recolección y envío a lugares de almacenamiento y/o clasificación), transporte (hacia los distintos puntos de pretratamiento o valorización de los residuos), y promoverá una participación ciudadana más educada y eficaz, lo que finalmente ayudará al cumplimiento de las metas establecidas por la Ley Rep. para este tipo de residuos.
Como dato relevante, hay que considerar que actualmente Chile genera 3 mil toneladas de pilas fuera de uso cada año, y 170 mil toneladas anuales de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. Los residuos generados por estos productos son valorizados de forma similar, ya que con ambos se reciclan los metales contenidos en éstos. Además, como parte del proceso de pretratamiento de los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos, se separan las pilas contenidas en ellos para también ser valorizadas.
Vale la pena destacar que, en la actualidad, los desechos de pilas en desuso están catalogados como residuos peligrosos (de acuerdo DS148). En este sentido, las tecnologías de valorización tienen limitaciones, y, por el momento, estos residuos deben ser confinados en depósitos de seguridad por el hecho de contener metales pesados. Este factor exige que sean las empresas especialistas en el rubro las que se hagan de esta labor de forma segura, implementando todos los tratamientos previos requeridos para no poner en riesgo al medio ambiente ni la salud de las personas.
Como solución a esta necesidad, Hidronor representa una buena alternativa en el mercado. En este sentido, la compañía evalúa permanentemente distintas alternativas para la valorización de estos residuos, en el cual se pueden recuperar metales preciosos con los que cuentan dichos equipos (como oro y plata) para luego exportarlos, y otros más comunes, como el hierro, usado en la industria siderúrgica. Además, en sus tres plantas a nivel nacional pueden recibir materia prima proveniente del desarme de pilas para ser valorizada.
“Nuestra empresa tiene fuerte compromiso con la valorización y el reciclaje. Actualmente estamos evaluando distintas alternativas para generar valor a partir de los residuos industriales frente a los desafíos que plantea la economía circular y las nuevas regulaciones en la materia. En este contexto, la recuperación de pilas es una de las opciones que tenemos por desarrollar a partir de la definición de ecotasas que está en proceso por parte del estado. Luego de un proceso de desarme, podemos recuperar las etiquetas protectoras, tubos de acuerdo, piezas de cierre y colector, los cuales pueden ser reciclados como chatarra de acero para la industria siderúrgica y así obtener nuevo acero. Además, se puede recuperar el zinc y dióxido de manganeso, que luego de un proceso en hornos rotatorios pueden utilizarse como materia prima en procesos de galvanizado para la industria del acero, y en aplicaciones como material de relleno y construcción”, destaca Juan Andrés Salamanca, gerente de ventas y marketing de Hidronor Chile.
Para cumplir con esta gestión, Hidronor cuenta con dos modalidades de servicio de acuerdo al DS148. Las compañías interesadas pueden solicitar la recolección, manejo de residuos in situ, transporte autorizado, tratamiento y disposición final residuos con potencial de valorización, o, Hidronor es capaz de recepcionar estos residuos directamente desde los generadores y gestores logísticos de los mismos.
“Como empresa dedicada a la valorización de residuos —entre otros servicios sustentables— estamos conscientes de que tenemos un gran desafío por delante. La proliferación de dispositivos electrónicos, su constante renovación y las crecientes cifras de ventas a nivel mundial reflejan vidas útiles cada vez más cortas, entre otros factores, los cuales incrementan la generación de residuos, y, aunque su reciclaje es todavía limitado, estamos seguros que éste representa grandes oportunidades de negocio a futuro”, agregó Salamanca.